sábado, 27 de mayo de 2017

Pelos fantasía, pros y contras.

¡Hola!
No es muy usual que publique este tipo de entradas pero, tenía ganas de hablar del tema. Además es algo que mucha gente se pregunta, ¿lo hago o no lo hago? ¿decolorar el pelo? ¿me estropeará el pelo?
Son preguntas que yo también me hacía. No soy ninguna experta en el tema ni nada por el estilo. Soy solo una chica que ha tenido la idea de ponerse el pelo fantasía.

Primero vamos con una ronda de preguntas frecuentes:
¿Decolorar el pelo lo daña?
 Al decolorar el pelo lo que estás haciendo es quitar el pigmento que naturalmente tiene. Este proceso se hace mediante productos químicos que sí, en cierta parte lo dañan. Lo suelen dejar reseco, es más una vez decolorado, el uso de mascarillas es obligatorio si no quieres notar tu cuero cabelludo como un estropajo. Esto también te va a ayudar a cuidarlo.

¿Es caro?
 Voy a ir con esta pregunta poco a poco. Sí, es caro hacer la decoloración y mantener el pelo fantasía. Lo primero que debes saber es que en la peluquería te lo pueden hacer y es muchas veces la mejor opción pero en algunas ocasiones la cosa puede salir mal. No todos los pelos soportan esa extracción del pigmento y no lo llegan a escupir del todo. Lo que lleva a que quieras hacerte más decoloraciones (un gran error desde mi punto de vista). El bote para decolorar en casa está entre 20 y 30€. En peluquería el tratamiento completo con tinte y demás te sale por el doble.
Los tintes fantasía varían mucho de precio. Yo uso mascarillas de color, que además de teñir, lo que van a hacer es nutrir el pelo. Las mascarillas rondan los 10€ y lo que duran es en proporción a tu cantidad de pelo o lo que te hayas decolorado.

¿Es verdad que la decoloración pica?
Sí aunque solo si te decoloras la raíz, y se nota aún más porque no te puedes rascar. Yo estaba que me daba algo. 

¿Y si me canso?
Si te cansas, hay varias opciones dependiendo de cuánto hayas decolorado. Si has solo decolorado las puntas (como mechas californianas) existe la opción de cortar por lo sano y te olvidas.
Si has decolorado tu pelo al completo, tienes la opción de teñirlo del color de tu pelo natural e irlo haciendo hasta que te vuelva a crecer e ir cortando poco a poco la parte decolorada.

Respondidas esas preguntas solo tengo que decir que mi experiencia hasta ahora ha sido buena. Que disfrutéis de vuestro pelo, mimadlo mucho. Y si os apetece meteros en este mundo, adelante. Si no lo haces ahora, ¿cuándo lo vas a hacer?

Espero haber ayudado un poco. Si tenéis alguna pregunta, decidlo en los comentarios y lo responderé.

lunes, 22 de mayo de 2017

"No hay mucha variedad de contenido por aquí"

¡Hola!
No, no se me ha olvidado cómo hacer una entrada normal. Aunque en ningún momento mis entradas se han caracterizado por ser normales. 

He echado un ojo al blog hoy y me he dicho, "¿Qué pasa? ¿El mundo gira alrededor de Aluion?".
La idea de una sola cosa en el blog nunca me hizo gracia. Por eso empecé a subir reseñas, "reaction" y demás. Las echo mucho de menos. Pero el echarlas de menos será cosa del pasado. 

Sí, tendré un verano ocupado, en el que de verdad me plantee si estoy haciendo un camino correcto o no pero, evadir esa realidad que me rodea para escribir es algo que me mueve y que parece que en estos últimos meses he olvidado. He reiniciado la cuenta ya dos veces. No quiero reiniciarla más después de todo lo que he pasado para llegar al día 49. Voy a dejar ese número atrás y a seguir contando hasta que olvide cuál es el primer día. Cuál fue el día cero que hizo que empezara a contar.

En resumen, que el jueves o el viernes a lo mejor os subo una entrada un tanto más personal, sobre algo de belleza. Sí, porque me apetece. Aunque se vaya de la "temática" que tiene este blog. Necesito contar esa experiencia para ayudar a más gente. Ya que no me siento capaz ni tengo los suficientes recursos como para irme al tan estropeado YouTube, me quedo en Blogger, dónde empezó entre muchas comillas, mi camino en Internet.

Un saludo rodeada de apuntes de Química,                           
Yukari Masamune.

miércoles, 17 de mayo de 2017

"Bienvenidos a Aluion" Capítulo VI.

*Narra Joesu*
-¿A qué me refiero dices? -reí- Eres una ningyou.

-¿Ningh... Ningyou? -su cara era divertida-.

-Estás muy perdida, mejor lo dejamos para más tarde.

-Eh -se quedó unos segundos pensando-. Sí, prefiero que encuentres a mis amigos.

-Siendo quién eres puedes hacerlo tú sola -abrió la boca para decir algo pero seguí hablando-. Piensa en ellos, mejor, piensa solo en uno de ellos. Así le será más fácil.

-¿A quién? ¿No ibas a ser tú el que me ayu...?

Un gato negro con el final de la cola blanca se subió en mi hombro. Dejando a la chica con la boca abierta.

-Están cerca del pueblo, les falta poco para salir del bosque -dijo el gato-.

-Muchas gracias -le dije acariciándolo un poco-.

El gato saltó después de esto y la chica seguía totalmente de piedra, ya casi podría decirse que es su estado natural.

-Primero la nube, luego esto... ¿Me dejas un segundito?

-Sí, claro... ¡¿Qué haces?! -se estaba pegando un pellizco muy fuerte en el brazo, tanto que 
se había hecho una herida y empezó a sangrar- ¡Pero serás bestia! Deja de hacer eso.

-Vale, podemos confirmar que no estoy soñando -miró su brazo-. Pero soy muy floja aquí.

-Esto es real. Deja de hacer el tonto, tengo que curarte eso de alguna manera.

-No es nada en realidad, mmm... ¿Joesu? -dijo mientras tapaba la herida que no sangraba demasiado-.

-No, necesitas que te curen esto. Pero no hay nadie de luz por ahora en la casa... ¡Perfecto! Iremos a Pueblo Gummo, está cerca de aquí y encontraremos a tus amigos allí.

Llamé a Dniester que estaba sobrevolandonos felizmente mientras perseguía unos pájaros. Últimamente le ha dado por hacer eso, no entiendo qué clase de filia puede ser.

-Monta -dije sonriendo y señalando con mis dotes de caballero-.

-¿Eh?¿Es seguro?-preguntó obsevando de un lado a otro a Dniester-.

-Pues claro que soy seguro y fuerte como un tisgarat si tuviera músculos te lo enseñaría.

-Es verdad que hablas -dió un par de pasos y se subió encima de él-.

Monté también, le pregunté a Dniester si estaba bien pero decidió responder simplemente “sí, yo soy fuerte y puedo con los dos, además esta chica no pesa ni la mitad que tú” ¿Dniester halagando a una chica? ¿Qué ha pasado con los pájaros?

-Ahora sí que me podrás decir cuál es tu nombre.

-Oh, es verdad. Me llamo Yui -estaba un poco nerviosa, estábamos a una altura interesante-.

-Oye Dniester, vaya alturitas. Baja un poco, ¿no?

-¿Alturitas? ¿Qué vocabulario es este, Joesu? -me respondió divertido- Estamos cerca de una bandada de tamphilik.

-Eso es bueno, podrían guiar a tus amigos al pueblo -la miré-.

-Vas a usar otra vez esos poderes, ¿no?

-Te he enseñado a usarlos, podrías hacerlo de nuevo.

-No sé muy bien qué hacer.

-¿Ves esos pájaros de allí? -señalé- Piensa en ellos, solo un segundo. Qué pasaría si ellos se acercaran.

-Vale, y qué má... -cuando el tamphilik se posó en su brazo Yui se sobresaltó-.

-Venga, habla con él.

-Ella, si me lo puedes permitir -dijo la tamphilik indignada- ¿Acaso no has visto que no tengo la cabeza negra como los brutos esos?

-Perdón, perdón -dije riéndome-. Adelante, Yui.

-¿Eh? Ah, sí ¿Podrías ayudar a mis amigos a salir del bosque?

-¿Te refieres a los que han achicharrado a Trilo?

-Achicharraron a Trilobuto, ¿dices? -miré a Yui mientras me moría de risa- Entonces, hay más de los que pensaba.

-¿Puedes guiarlos hasta el pueblo? Por favor.

-Tiene pinta de que ellos solitos van a llegar bien pero... Veré qué puedo hacer.

-Vale, gracias.

El tamphilik, perdón, la tamphilik, salió a volar. Se metió entre los árboles y dejamos de verla.

-Dniester, ¿puedes ir un poco más rápido?

-Sí -dijo poniéndose en marcha-.

Llegamos al pueblo, a la casa de luz, uno de los únicos edificios que sobresalían en todo el lugar, excepto el ayuntamiento todo eran casas pequeñas y casi todas de madera. Allí curarían a Yui.

-Necesitamos ayuda, por favor -después de decir esto, una chica apareció por el pasillo-.

-Pasa por aquí, chica.

-Eso me da mal rollo -me dijo mirándome extraño-.

-Siempre da la primera vez pero, no es nada -pensé lo que acababa de decir y empecé a reír-. Eso sonó horrible.

-Demasiado -fue hasta la chica desapareciendo por el pasillo-.

Yo me quedé observando el lugar, las paredes blancas sin ningún motivo, nada colgado en ellas. Solo unos bancos de madera bastante refinados, pensados para poder esperar o para tumbar a alguien en caso de emergencia, decoraban la entrada.
No solía ir mucho por allí, desde pequeño no me ha llamado la atención nada de esto y menos aún con mi familia de por medio.
Escuché voces por el pasillo, Yui ya estaba curada y me dirigí hasta ella.

-¡Eso ha sido alucinante! -confesó-.

-¿Verdad? -le sonreí- ¿Quieres comer algo? El mercado está en las afueras del pueblo, no muy lejos de aquí. Tus amigos tardarán aún en llegar.

-Pero...

-Si lo que te preocupa es el dinero, no hace falta que me lo devuelvas ahora.

Fuimos hasta el mercado y allí compré algunos dulces que devoramos a la velocidad de la luz. Yui se quedó mirando a una chica que estaba hablando con unos tíos detrás de uno de los puestos, parecía estar teniendo una discusión con ellos.

-¡Vamos a ver, eran cuatro billetes, no dos! -se le oía decir-.

-Ya, pero el material no era demasiado bueno que digamos -dijo uno de los tíos-.

-Vamos, no me jodas. Es lo mejor que se puede encontrar ahora, no es una buena época para el contrabando, los mercaderes de...

-Para el carro, yo no te estoy pidiendo explicaciones. No pienso darte cuatro por esa mierda. Soy muy generoso por esos dos -siguió hablando el que parecía el cabecilla-.

-Entonces, devuélvemelo. Hay mucha demanda y... -acto seguido le tiraron los dos billetes a la cara y se fueron con un “adiós” bastante seco-.

-Mira, ojalá les viole un oso mientras duermen. Me cago en mi vida -le pegó una patada a una caja cerca de ella-.

-Tiene cojones el asunto... -dijo Yui-.

-Ya, pero no podemos hacerle nada.

Seguimos andando y de repente a Yui se le cayó el colgante que llevaba y un cuervo lo cogió y salió volando.

-¡¿Pero qué...?! ¡Oye, tú! ¡Devuélveme eso! -el cuervo se posó encima de uno de los tejados de madera de las tiendas, la chica de ante nos miró riendo-.

-Anda, devuélvelo -le dijo al cuervo-.

Éste abrió su pico dejando caer el colgante en manos de la chica. La cuál se acercó a Yui y lo depositó en su mano.

-Aquí tienes, intenta que no se caiga de nuevo, a este -dijo mientras señalaba al que parecía ser su cuervo- le encantan las cosas brillantes.

-Gracias... ¿y tú eres...?

-Svetlana. Bueno, yo... -miró hacia arriba, su cuervo estaba inquieto- Debo irme. Hasta pronto.

Salió corriendo tras su cuervo, a lo mejor debía alimentarlo o algo así. Aunque de una traficante poco se puede saber a ciencia cierta.

-Hasta pronto -dijo Yui moviendo su mano extrañada-. Qué tía tan rara.

-Sí, pero yo le daba.

*Narra Dan*
Siguiendo a un pájaro, lo normal ¿verdad? Nora estaba convencida de que nos estaba llevando hasta Yui.

-¿Estás segura de esto? -dijo Sitka, él estaba igual que yo-.

-Algo me lo dice, no sé porqué -dijo Nora mientras seguía caminando-.

-Yo me fio de ella -añadió Vee-.

-Yo también -dijo Yukari que casi se cae con una raíz de uno de los árboles-. Además no tenemos nada que perder.

Tras un rato caminando y perdiendo aún más las esperanzas de que Nora no estaba loca, se veía el final del bosque. Tanta luz que casi me arden los ojos. A lo lejos se veía una especie de pueblo.

-¡Algo me lo decía! ¿Lo véis? -dijo Nora sonriendo-.

-Vamos al pueblo, con suerte Yui está allí -dijo Vee-.

El pueblo estaba más cerca de los que parecía miré a un lado, había un mercado. Había mucho más ajetreo de lo que pensaba. Los mercaderes gritando para anunciar sus productos, los aldeanos comprando o intentando regatear. Busqué con la mirada una cara conocida y allí estaba, acompañada de un chico.

-Está ahí -la señalé-. Creo que la he visto-

-La habrá atraído el olor a dulces -dijo Vee con cara pensativa mientras comía chocolate ¿de dónde saca tanto?-.

Llegamos y allí estaba. Yukari gritó su nombre y Yui se lanzó a sus brazos casi cayéndolas al suelo.

-Creí que no te encontraríamos -dijo Yukari sobándole el moflete contra el suyo-.

Dejé la escena yuri a parte y miré al chico que estaba con Yui, el cuál empezó a acercarse a mi invadiendo mi espacio personal.

-Oye guapa, ¿cómo te llamas?

-Soy un -me taparon la boca en ese instante-.


-Una tía, una tía, se llama Dana -dijeron riéndose-.
Continuará...

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jueves, 11 de mayo de 2017

Bienvenidos a Aluion Capítulo V.


*Narra Yui*
-Que... Si me acompaña, señorita -no sé cuánto tiempo había estado embobada observando el brillo de su calva-.
-No, señor, yo... Yo tengo que buscar a mis amigos -dije intentando sonar lo más convincente posible-.
-Ah, -sonrió, no sé cómo describir esta sonrisa pero, algo no pintaba muy bien- yo puedo ayudarla a encontrarlos.
-¿De verdad? -no es que me diera muy buena espina pero... A lo mejor son solo imaginaciones mías y es un señor normal-.
-¡Claro, señorita! Acompáñeme y le ayudaré a encontrarlos.

Empezamos a caminar, andaba a más velocidad de la que pensé que lo haría. Me detuve a observarle un poco. No estaba calvo del todo, todavía tenía pelo canoso alrededor de su calva brillante. Sus cejas eran muy pobladas y con una extraña forma. Su cara estaba muy arrugada y vestía con una camisa roja anaranjada con unos pantalones de pinza marrón oscuro.
Me dijo que su casa no estaba demasiado lejos y que llegaríamos en poco tiempo. No le pude seguir demasiado la conversación, no dejaba de oír voces, ¿será que el venir aquí ha roto mi mente?
Llegamos a la casa poco tiempo después, estaba un poco destartalada pero era más que una casa, una mansión. Otra mansión. Entramos en ella, el anciano me condujo a lo que parecía un despacho, me giré para preguntarle cómo podría ayudarme pero él estaba en la puerta cerrándola con el pestillo.

-¿Qué se supone que está haciendo?

-Señorita... Hablemos claro, usted debe pagarme algo por ayudarla.

-Usted no dijo nada de pagar nada.

-Por supuesto que hay que pagar, señorita. En esta vida todo tiene su precio y lo gratis nunca funciona -dijo mientras se acercaba a mi-.

-Señor, con permiso, yo me voy. No puedo pagarle con nada.

-Claro que sí -acto seguido se abalanzó sobre mi, llevando sus manos a mi pecho-.

-Pero... Serás hijo de puta -le pegué un golpe en el estómago y cayó de rodillas en el suelo-. Es que me cago en todos tus muertos -le pegué varias patadas en sus partes -dejándolo en el suelo tumbado en posición fetal-.

Salí de la habitación después de asegurarme de que el pervertido no se movería por un tiempo. Me metí en otra habitación, la más lejana que pude, en ese momento escuché un gemido ronco. Ojalá no hubiese entrado. La imagen que tenía delante no era demasiado... Agradable de ver. El chico estaba con cara de susto con todavía su mano en su miembro viril.

-Ahm... -me había quedado totalmente bloqueada-. Llego en mal momento -miré al suelo, pero fue peor. El charco de líquido amoroso estaba a dos pasos de mi-.

-¡Ha salido mucho! -dijo la nube que se encontraba flotando cerca del chico- ¡Bien, Joesu!

-¿La nube acaba de...? -si antes estaba sorprendida ahora era aún peor- Da igual, yo... Me voy -señalé la puerta-.

En ese momento el viejo entró en la habitación, parecía completamente recuperado. No puede ser, le había dejado como para estar dos días en un hospital.

-Señorita... Es usted muy traviesa -dijo limpiándose la baba con el brazo-.

-Tomi, se te está yendo mucho la cabeza. Hoy pongo yo lo que quieras pero... Deja a la pobre chica.

-¿Cómo que pobre chica? Esta señorita me ha hecho gastar todo mi maná para recuperarme de la paliza que me acaba de dar.

Ante esto el chico empezó a reír y la nube lo siguió. Yo estaba todavía sorprendida, no podía mover ni un solo músculo.

-Bueno, -seguía riendo- ¿qué hace esta chica aquí?

-Ha perdido a sus amigos y necesita encontrarlos. La he traído para que la ayudes pero... Antes quería cobrarle los servicios.

Me quedé mirando al chico ¿esta persona es la que me va a ayudar? Tenía aspecto de rompecorazones. Con esta primera impresión no sé si fiarme demasiado de él.

-Si esto lo hacemos gratis, cabrón. Deja de pensar con la segunda cabeza de una vez -hizo una pausa y se giró hacia mi-. Discúlpale, está ya un poco senil -ante esto el viejo empezó a rechistar pero el chico le hizo una mirada fulminante y paró-. Acompáñame, te prometo que aunque estés de buen ver no te voy a hacer nada que no quieras.

Salimos de la habitación y empezamos a caminar, no dejaba de oír susurros y voces. Miré a mi alrededor pero no había nadie excepto el chico y yo.

-Mi nombre es Joesu Papollas y, ¿el tuyo? -me miró, no lo había entendido por culpa de las malditas voces-.

-Eh... Lo siento. Estoy escuchando unas voces y...

-¿Tú también las oyes? ¡Qué bien, una compañera!

-¿Compañera? ¿Me he vuelto esquizofrénica ahora?

-No, mujer -rió-. Tú también perteneces a la tierra.

-¿A la tierra? ¿A qué te refieres? -le dije extrañada-.

*Narra Fenris*
Después de lo que me dijo Xross me quedé un poco extrañado, no solo por su salida de la biblioteca. Si no por su búsqueda en el bosque. Estaba seguro de que se había abierto el hueco espacio-temporal. El mismo que se abrió para que Xross viniera a este mundo.
Rebusqué entre los libros de profecías. Si habían venido a este mundo estarían allí.

-¿Eh? Qué extraño. El libro debería estar aquí -se me escapó en voz alta-.

Los libros de esta biblioteca, se crean con magia. No hay dato que no esté recogido. No sé qué habrá pasado.

-¿Qué pasa? -dijo una voz tras de mi-.

-Ah, nada Iraku. Un libro que no está -respondí tranquilo, este hombre siempre me ha dado 
respeto-.

-¿Cómo que ha desaparecido un libro? No recuerdo que hubiese ningún trasgo por aquí.

-No, si hice un hechizo para trasgos, les permite entrar, pero no salir.

-¿Eso no es un poco cruel?

-Puede. Pero tampoco es que merezcan un trato mejor. No dejan de desordenar y perder todo objeto que llegue a sus manos.

-Ya pero... Bueno, ¿y por qué no miras a ver si Ecthelion puede ayudarte a encontrarlo?

-Es lo que pensaba hacer. Si tengo noticias te lo haré saber -dije marchándome-.

-De acuerdo.

Podría haberme teletransportado hasta Ecthelion pero decidí seguir dando un pequeño paseo. Esta biblioteca es de diez hectáreas. Por lo que será un camino un poco largo. El ambiente aquí es tan relajado que llega a causarme escalofríos.
Tras un buen rato, lo encontré. Llamé su atención y el viejo balamar me miró con una mirada cansada, algo habitual en él.

-¿Qué necesita?

-El libro de profecías de este año, necesito consultarlo unos segundos. No puedo hacerlo aparecer con magia.

-Lo tienen las nornas.

-¿Las nornas? ¿Es que acaso ha cambiado el destino?

-Eso no lo sé. Por mucho que le dije a Elladan que me dijese el motivo, no cedió un instante.

-¿Crees que debo consultarlas?

-Inténtelo al menos. Aunque con lo serias que estaban no creo que consiga nada. Ni Elladan, con lo sonriente que es, era capaz de hacer la más mínima mueca.

-Una posibilidad de conseguirlo siempre hay -me despedí de él y me puse en marcha-.

Esta vez, no dudé en teletransportarme, las nornas viven el bosque hay cerca de las montañas, en su más profundo claro. Acabé en el borde de su barrera protectora, hoy no se andan con tonterías.
El que antes era un gran jardín lleno de flores y faunas. Ahora era un paraíso helado casi sin vida en él. Las decisiones de las nornas hacen que la estación pueda cambiar de un momento a otro. Elladan me miró con una mirada sin vida. Sus ojos sin iris y su pupila completamente dilatada hacía que se me pusiera la piel de gallina.

-Alma, kur-me respondió en élfico-.

-Alma, Elladan. Necesito tu ayuda y la de las demás nornas si es posible.

-Sabía que vendrías pero, en nada podremos ayudarte -bajó su cabeza, se la veía nerviosa y sus ojos habían vuelto a su estado natural.

-¿Tan malo es mi destino y el de Aluion? -estaba algo preocupado, ella siempre me ayudaba con una sonrisa, nunca me dió, ni me dará mi destino pero sí unas profecías magníficas-.

-No es malo, Fenris. El destino nunca lo es. Las piedras que se les pone al camino que debemos seguir nos hacen más fuertes de corazón.

-¿No podrás mostrarme al menos el libro de profecías del año?

-No, el destino ha cambiado, es lo único que puedo decirte -me miró a los ojos-.

-Entonces probaré a encontrar lo que busco con mis propios trucos y paciencia. Porque...

-No debes vestirte rápido si vas con prisas -siguió mis palabras con una sonrisa-.

Me giré para irme pero ella puso su mano en mi hombro.

-Narak law lin -dijo con tono preocupado-. Tel law lin.

-Hentale, Elladan. Namarie.

-Namarie, kur.

Me marché dando un paseo hasta el castillo, ¿de qué clase de melodía me ha intentado advertir?


Continuará...
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miércoles, 3 de mayo de 2017

"Bienvenidos a Aluion" Capítulo IV

*Narra Vee*
Noté cómo la oscuridad nos tragaba para luego volverse una gran luz. Caímos en lo que parecía un bosque, no me lo podía creer.

-Nora, pellízcame, esto tiene que ser un sueño-me giré hacia ella pero se había desmayado- ¿Eh? -no solo ella se había desmayado, todos lo estaban- ¿Yo también lo habré estado? ¿Pero qué...?

No estábamos en una habitación ni en nada parecido, me levanté me dolía el cuerpo entero. Al parecer habíamos caído desde bastante alto. Lo raro, es que no me había hecho ningún moratón o alguna herida. Caminé un poco, estudiando el paisaje que nos rodeaba. El suelo era de un color familiar, parecido al de las mesas del instituto. Todo estaba rodeado de árboles enormes, ni siquiera podía ver el final del bosque. Me alejé del resto para intentar encontrar una salida. Parecía que no se va a acabar nunca.

Cuando se me acabó la paciencia, me di la vuelta y me choqué con algo, cayendo de culo y raspándome la parte de mi mano que no cubren los guantes.

-¡AHHHH! -grité, era una cucaracha gigante, juraría que dos veces yo.

Me levanté sin pensarlo y me marqué uno de mis “Usain Bolt”, aunque los que yo me marcaba hace unos años son lentos en comparación con este.
Tenía que encontrar a los demás y advertirles de qué cosas viven en este bosque. Esa cosa me estaba persiguiendo, aceleré. Cansada y jadeando, llegué dónde estaban todos, al menos ya estaban despiertos.

-Menos mal, Vee -dijo Yukari- estábamos preocupados.

-¡¡Corred!! Esa cosa viene para acá -todos me miraron con cara de drogados-.

-Vee, me duele la cabeza, no grites-dijo Dan asqueado, ignorándome-.

La cara de mis amigos cambió drásticamente, por un segundo se quedaron paralizados pero de repente empezaron a correr.

-Perfecto, nos ha alcanzado-giré la cabeza estaba a pocos metros de mi. Volví a correr, no los alcanzaba, me di la vuelta en un intento de acto de valentía y extendí mi mano, lo que ocurrió no sé muy bien cómo explicarlo. Al rato, alcancé a los demás. Parecían preocupados.

-¿Dónde han podido ir? -dijo Sitka- A ver, mantened la calma, -decía Nora intentando calmarlos- no habrán ido muy lejos.

-¿Qué pasa? -dije acercándome-.

-Bueno, al menos ha aparecido una -dijo Dan-.

-Menos mal, Vee, te habíamos perdido de nuevo -dijo Nora abrazándome-.

-Hombre, si salís corriendo sin mi... -dije algo mosqueada- ¿Y Yui?

-Se ha separado también -dijo Yukari cruzada de brazos-. Teníamos pensado ir a buscaros.

En ese momento dos sombras se acercaron una en brazos de la otra.

-¡Nyeeeee!

Noté algo de nostalgia al escuchar eso pero no entiendo el porqué.

-¿Qué mierda vive en ese lugar? -dijo Dan-.

-A saber... -dijo Sitka mientras comenzaba a andar-.

Aún pienso en lo que pasó con la cucaracha, pero no es el momento para pensar cómo la freí. El objetivo ahora es encontrar a Yui.

*Narra Xross*
La guerra había acabado pero mi propia guerra acababa de comenzar ¿qué tiene de malo salvar a uno? Ayudo a un país y otro me da la patada. Estaba condenado al exilio pero un día apareció una pequeña salida, un trabajo que me libraría de ello.

-¿Te interesa? -dijo esa persona-.

-Depende, ¿pagan? -le miré, algo hacía que no me fiara de él-

-Más de lo que puedas desear- entrelazó sus dedos mientra apoyaba los codos en la mesa-.

-A lo mejor podemos llegar a un acuerdo.

Esa persona me dió una nota. “30 de Diciembre, 2020. 15:00 Hotel Matryoska -M”
No sé si arrepentirme o no del simple hecho de haberme presentado allí o de la respuesta.
Ya han pasado tres meses desde que estoy aquí, habré visto masacres pero nunca me he sorprendido tanto como la vez que vi el portal. Empecé a sospechar algo cuando me dirigía al sótano de la mansión pero por una vez, mi instinto falló ¡Menos mal! Creí que era uno al que le gustaba el rollo sadomasoquista... Pero eh, que sería yo el que le diera lo suyo en todo caso, mi trasero es sagrado.

Ahora me dedico al espionaje, a mantener al reino del este informado. Techo, comida, y una buena paga. Aquí no tengo antecedentes ni nadie me mira, soy una sombra.

-Ah... -suspiré haciendo la ronda- Este bosque siempre es aburrido -Fenris me avisó de que se había abierto un hueco espacio-temporal por la zona, no entendí nada, como siempre lo explicó tan rápido y con una forma tan complicada que solo me dediqué a cumplir la orden “Ve al bosque a investigar”.

-¡AHHHH! -escuché un grito, me acerqué a la zona. Solo vi a uno de esos bichos de por aquí, nada interesante.

Tras un largo rato allí sin encontrar nada, solo huellas de personas en uno de los claros del bosque. Era extraño, solo había una dirección, un puedo de partida desde el claro y se adentraba dentro del bosque. En fin, los habitantes de este sitio están algo mal de la cabeza.
De vuelta al castillo vi algo bastante divertido, alguien había cocido uno de esos bichos. Todavía se notaba el calor, o esa persona lo hizo con ganas o tiene un buen poder. Fenris estaba en la biblioteca ojeando cuatro libros a la vez, no comprendo cómo lo hace. Hay algunos en idiomas que no conoce prácticamente nadie.

-¿Encontraste algo? -giró sus ojos hacia mi sin llegar a mover su cabeza.

-Poca cosa, la verdad.

-Estoy seguro que han venido desde la Tierra, al igual que tú-¿qué?¿humanos aquí? Miré a Fenris con una cara extraña- Diría que no solo ha venido uno, esta vez serán más.
Me di la vuelta, tenía que hablar con el que desde luego, era el culpable de esto.

-¿A dónde vas? -preguntó Fenris al ver que le dejaba en la palabra en la boca-.

-Dónde necesito ir.

*Narra Yui*
No sé en qué momento me separé, la cosa es que ese monstruo no me persigue ya, eso es una buena noticia. Lo malo es, ¿cómo les encuentro?

-Virtuosa señorita, ¿querrías pasar un rato conmigo? -la voz era vieja, un escalofrío recorrió mi espalda-.


Me giré y me sorprendí al ver a la persona que tenía por delante.
Continuará...
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martes, 2 de mayo de 2017

Confirmamos un día para los capítulos de Bienvenidos a Aluion

¡Hola!
Sí, aparezco, desaparezco y así. No tengo mucho tiempo que digamos por lo que esta entrada informativa será lo más corta y directa posible.
Después de meditarlo, y gracias a un reto que estoy haciendo con una amiga, tengo un día en el que le tengo que enviar un capítulo de un fanfict (en este caso, he elegido Bienvenidos a Aluion). Ese día será el miércoles, por tanto, de aquí hasta que pueda, todos los miércoles tendréis un capítulo de esta historia.

Bueno, y básicamente es eso, a lo mejor vuelvo con reviews y reseñas de las mías en junio pero no lo digo muy alto... Teniendo en cuenta ese parón de casi un año aquí nunca sabes qué deparará el futuro de este lugar.

Un saludo,                           
Yukari Masamune.