*Narra
Tomi*
Ya
completamente de noche, Joesu había aparecido en casa con
acompañantes, entre ellos la chica de antes. Imagino que serán los
amigos que buscaba. Entre todos destacaba la chica rubia, tenía algo
distinto.
-Tomi,
necesitamos el campo de pruebas, es importante -dijo completamente
serio-.
-¿El
campo de pruebas? Hace años que nadie lo usa, estará lleno de
mierda.
-Lo
limpiaremos nosotros si hace falta, ¿nos lo dejas?
-Bueno,
como no me cuesta ninguna moneda, adelante. Pero me debes a una muy
fogosa.
-De
acuerdo -se giró ante el grupo-. Vale chicos, tenemos luz verde.
Los
llevé hasta la entrada del sótano, pulsé los botones del panel y
se abrió el acceso.
-Ah,
no. Yo no entro en más sótanos -dijo el peliblanco-.
-No
tienes que preocuparte, Sitka -dijo la chica de brillantes ojos
azules-.
-Algo
tiene preocuparnos, Nora. Por relajar la guardia y ponernos a meter
llaves en cerraduras hemos acabado aquí -dijo la chica castaña de pelo corto-.
Bajamos
las escaleras durante un buen rato, no sé a quién se le ocurrió
poner el campo de pruebas tan profundo.
-¿Falta
mucho? -dijo la rubia llevando su cabeza hacia arriba mientras se
quejaba-.
-No
mucho más, amor mío -respondió Joesu-.
-¡Que
no me digas eso! -le pegó un empujón y empezó a rodar escaleras
abajo-. Ahí te mueras.
Al
menos él llegará rápido. Como era de esperar, nos lo encontramos
en el suelo quejándose.
-Venga,
-le di un golpe con el pie- no ha sido para tanto -dije medio
riéndome- ¿Qué son cincuenta escalones para tí? Nada.
Se
levantó resoplando, me dirigí a una de las paredes, en busca del
interruptor de la luz y la encendí. Las caras de los supuestos
ningyou fueron de esperar.
-Es
alucinante pero, está hecho una mierda -dijo Sitka-.
-Lleva
mucho tiempo sin usarse, -le respondí- no todos los días traigo a
supuestos ningyou para que se haga las pruebas. Además, ¿has visto
esto? Como para limpiarlo a diario.
-Además
los de agua son unos avaros y nos cuesta un ojo de la cara -continuó
Joesu-.
Les
indiqué dónde estaban las cosas de limpieza, empezarían mañana a
hacerlo. Subimos y les dije dónde podrían dormir. Después de todo,
no soy un ogro, ellos parecían verse cansados y hacer todo el
trabajo que les queda sin dormir, sería un suicidio.
Tras
tres días, el campo de pruebas estaba tal y cómo debería estar. La
verdad, es que es un récord. Contaré con ellos cuando necesite un
escuadrón de limpieza.
-Se
acabó -dijo Vee aliviada-.
-Por
fin -añadió Yukari tirándose al suelo-.
-Aún
no me creo que no hayas hecho ninguna liada tuya -le dijo Nora
riéndose sentada al
lado de ella-.
-¡Oye!
Mi problema era y es la cocina, no este -dijo Yukari molesta-.
-Habrá
que celebrarlo, ¿no? -dijo Yui sonriendo mientras se estiraba-.
-Sí,
yo quiero celebrarlo con mi cama -dijeron Nora y Yukari al mismo
tiempo-.
Habían
sido unos días un tanto duros para ellos, pero esto era solo la
calma antes de la tormenta. Ésta empezará cuando Joesu y yo
decidamos explicarles las pruebas a las que se van a enfrentar.
-Dejémosles
un rato más, ¿no? -me dijo Joesu mientras se acercaba hacia mi,
había sido tan
silencioso que casi ni me percaté de que estaba
aquí-.
-Claro,
necesitan descansar -le miré-. Mañana empiezan las que serán unas
de las horas más duras de sus vidas.
-Suena
bastante peor cuando te refieres así a las pruebas -rió-.
-¿Es
que acaso no te costaron a ti?
-A
ver, sí, pero como me hacía mucha ilusión... Aguanté todo lo que
conllevaban.
-También
le pregunto a uno de los que más insistió para hacerlas -rió-. Me
molestaste
muchísimo en esa época.
-Uno
era joven... En fin, vayamos a por ellos.
Fuimos
a buscarlos y los llevamos a sus habitaciones. Mi mansión aunque
esté algo mal por los años y los impagos tiene bastantes
habitaciones, las suficientes para que todos pudieran tener una
propia. Cuando terminé me dirigí a mi habitación dónde me
esperaba algo de diversión para adultos.
*Narrador
omnisciente*
La
noche ya había pasado, nuestros protagonistas habían caído
rendidos. Fueron saliendo de las habitaciones y bajando al sótano.
Mientras comentaban nerviosos, una vez hubieron llegado todos, Joesu
con una caja un tanto sospechosa, se les colocó delante.
-Aquí
tenéis -fue repartiendo a los impacientes terrícolas unas
botellitas con un líquido en su interior. Fueron con caras de
asqueados mirando a contraluz ese brebaje que visualmente parecía
de lo más repugnante-. Tomaoslo, es el sustitutivo de la comida de
hoy. No debéis tomar ningún alimento sólido.
-¿Y
eso? -saltó Yui-.
-Así
será más fácil de limpiar si devolvéis.
-Ah,
suena muy relajante -añadió Yukari-.
-Id
tomandóos la bebida mientras empiezo a explicar. Un consejo, tapáos
la nariz y no dudéis -a mala gana, todos la tomaron poniendo cara de
haber bebido lo más amargo del universo-. Lo primero, os vamos a
dividir en grupos. Por simple comodidad y para que podáis terminar
antes. Nora, Vee y Dana, sois el primer grupo, yo os acompañaré.
-Los
demás, Sitka, Yui y Yukari, vendrán conmigo -dijo Tomi-. Las
pruebas son algo duras, pero de otra manera no serían tan
divertidas. La primera prueba a las que os váis a enfrentar los del
segundo grupo, es la de fuego.
-Lo
explicaré en un momento, os meteremos en una habitación con una
sola puerta. La temperatura ahí dentro empezará a aumentar hasta
el punto de que una persona no podría respirar. Parará la prueba en
el momento en el que no podáis más.
-En
fin, no perdamos más el tiempo. Que comience el juego -concluyó
Joesu-.
-Pero,
exactamente ¿para qué hacemos esto? -preguntó Vee-.
-Son
llamados activadores. Se manifiestan como un recuerdo pasado o futuro
que va ligado a uno de los seis elementos. Estas situaciones a las
que os sometemos los resienten de tal manera que salen a la luz.
Los
integrantes del segundo grupo se dirigieron a las minisalas mientras
los demás guiados por Joesu se alejaban a otra prueba distinta. En
el exterior de esas salas se encontraba un símbolo de una llama.
Entraron mirándose unos a otros como si fuera la última vez que
intercambiarían miradas mientras Tomi se dirigía a la sala de
control. Desde allí se acercó al micrófono y presionando un botón
comenzó a hablar.
*Narra
Sitka*
Estaba
muy nervioso, no me gusta la idea de que me asen como un pollo. La
luz dentro de la sala era cegadora, se reflejaba en las paredes y el
suelo metálico.
-Colocaos en el centro de la habitación -se escuchaba a Tomi en el altavoz-.
Mirad a vuestra derecha -carraspeó-. La otra derecha, chicas -reí
ante esto-. Hay un botón que sobresale en la pared.
-No
hay ningún botón -dije mirando bien-.
-Perdón,
perdón -se escuchó un click y un pequeño recuadro de la pared se
movió dejando que un pequeño saliente se mostrara. Éste tenía un
botón en el centro.- Vale, ya está todo listo entonces. Que comience la prueba.
Todo
fue sencillo... Sí, los primeros segundos. Aunque con la temperatura
cada vez costaba más concentrarse y respirar. Las paredes se habían
vuelto rojas y el suelo empezaba a calentarse, tanto que creí que
mis botas empezarían a derretirse de un momento a otro.
Los
segundos se hacían eternos, me quité la camiseta a ver si aguantaba
algo más pero no podía, ni eso aliviaba. Noté algo raro, una
sensación extraña pero ya todo se nublaba.
Mareado
ya, pulsé el botón y la temperatura no bajaba ni la puerta se
abría.
-¿Eh?
¿Qué pasa? -la sensación claustrofóbica hacía que me sintiera
peor-.
-Hay
un fallo con la puerta, aguanta un poco más. -dijo Tomi por el
altavoz- Intentaré arreglarlo lo más rápido posible.
-Venga,
Sitka, mantén la calma -me dije intentando tranquilizarme-.
Respiraba
lo más lento posible, me puse de cuclillas, mi plan era sentarme
pero si lo hacia me quemaría el culo.
-¡Sitka!
Vuelve a pulsar el botón, creo que lo he solucionado.
Volví
a darle desconfiado y esta vez escuché el clack tan esperado.
Seguido de éste le siguió el sonido de un mecanismo activarse.
Hasta ese momento no había visto la serie de engranajes que había
detrás de la puerta. Cuando ésta estuvo abierta, salí como pude de
allí.
-Joder,
no aguantaba un minuto más -dije mosqueado-.
-Pues
has aguantado bastante, -dijo Yui- creíamos que incluso lo habrías
conseguido.
-¿Cuánto
habéis aguantado? -pregunté mientras me ponía de nuevo la
camiseta-
-Apenas
dos minutos, Yukari creo que no ha llegado al segundo minuto y ya se
ha salido, está hecha una floja.
-No
soy ninguna floja, es que sentía que me moría ahí dentro, sabéis
que soy calurosa -rechistó sentada pegada a la pared de uno de los
hornos-.
-Estoy
intentando entender por qué tengo que hacer las pruebas si, ya sé
que soy de tierra.
-Es
que así es más divertido, -dijo Tomi saliendo de la que era la sala
de mandos- además a veces es necesario resentir un poco más el
activador con otros elementos.
-¿Qué
es lo que ha pasado ahí dentro? -dijo Joesu preocupado-
-Un
problema con la puerta en la mini sala dos, pero ya está solucionado
y Sitka de una pieza -respondió Tomi-. ¿Ha habido suerte?
-No,
ninguna dió positivo en luz pero, reconozco que ha sido divertido
verlas.
-Sí,
eso será para ti, -protestó Vee- porque las heridas que me he hecho
ahí dentro no son pocas.
-Os
dije que fuerais lento y no es algo que suela decir normalmente
-miró a Dan y este le ignoró-. En fin, ¿Sitka estás bien?
-Sí,
ya estoy mucho mejor. Aquí fuera hace hasta frío en comparación.
-Entiendo
-rió-
-Tomi,
¿a qué se puede deber que se haya estropeado la puerta?
-Estos
trastos ya no son lo que eran y es normal que fallen, aunque creo que
ya está solucionado.
-Pues
menos mal que lo has hecho a tiempo, si no tendríamos un cadáver a
nuestras espaldas.
-Pues
si -se creó cierta tensión- ¿Les dejamos cinco minutos? Voy a
comprobar la siguiente prueba, que espero que no falle.
-Mejor.
Bien, caballero y señoritas, os dejamos. Hasta luego, Dana -le guiñó
un ojo y Dan levantó el dedo central de su mano-.
-¿Cómo
os ha ido? -preguntó Yui-
-Mal,
ninguno somos de luz -dijo Nora-.
-Encima,
era imposible salir de allí.
-Pero,
¿cómo era la prueba? ¿De qué trataba?
-Teníamos
que encontrar objetos en un laberinto y luego salir sin indicaciones
ni nada -siguió Vee-. Parece fácil pero, no había ni la más
mínima luz. Tenías que ir palpando las paredes y había incluso
obstáculos.
-Una
putada, en otras palabras -dijo Yukari-.
-Exacto
-dijeron Nora y Vee-.
-Por
lo que parece a vosotros tampoco os ha ido bien -dijo Dan-.
Abrí
la boca para hablar pero Joesu y Tomi vinieron por nosotros. Nos
miramos y nos deseamos suerte. Ahora entendíamos qué era esto de
las pruebas, ojalá no hubiésemos sido tan curiosos en la mansión...
*Narra
Elladan*
Esta
conversación... Debería haberlo evitado hace mucho tiempo.
-Aún
no creo que vayas a hacerlo -le miré decepcionada-.
-Debo
hacerlo, es por el bien de todos.
-Pero
la profecía podría cambiar, no veo claro tu futuro. Tal vez si
yo...
-¡Calla!
Debí hablar con las otras antes de contigo. Sé lo que le viene bien
a Aluion y esos ningyo no son más que una plaga para él.
Continuará...