miércoles, 12 de julio de 2017

"Bienvenidos a Aluion" Capítulo VIII

*Narra Tomi*
Ya completamente de noche, Joesu había aparecido en casa con acompañantes, entre ellos la chica de antes. Imagino que serán los amigos que buscaba. Entre todos destacaba la chica rubia, tenía algo distinto.

-Tomi, necesitamos el campo de pruebas, es importante -dijo completamente serio-.

-¿El campo de pruebas? Hace años que nadie lo usa, estará lleno de mierda.

-Lo limpiaremos nosotros si hace falta, ¿nos lo dejas?

-Bueno, como no me cuesta ninguna moneda, adelante. Pero me debes a una muy fogosa.

-De acuerdo -se giró ante el grupo-. Vale chicos, tenemos luz verde.

Los llevé hasta la entrada del sótano, pulsé los botones del panel y se abrió el acceso.

-Ah, no. Yo no entro en más sótanos -dijo el peliblanco-.

-No tienes que preocuparte, Sitka -dijo la chica de brillantes ojos azules-.

-Algo tiene preocuparnos, Nora. Por relajar la guardia y ponernos a meter llaves en cerraduras hemos acabado aquí -dijo la chica castaña de pelo corto-.

Bajamos las escaleras durante un buen rato, no sé a quién se le ocurrió poner el campo de pruebas tan profundo.

-¿Falta mucho? -dijo la rubia llevando su cabeza hacia arriba mientras se quejaba-.

-No mucho más, amor mío -respondió Joesu-.

-¡Que no me digas eso! -le pegó un empujón y empezó a rodar escaleras abajo-. Ahí te mueras.

Al menos él llegará rápido. Como era de esperar, nos lo encontramos en el suelo quejándose.

-Venga, -le di un golpe con el pie- no ha sido para tanto -dije medio riéndome- ¿Qué son cincuenta escalones para tí? Nada.

Se levantó resoplando, me dirigí a una de las paredes, en busca del interruptor de la luz y la encendí. Las caras de los supuestos ningyou fueron de esperar.

-Es alucinante pero, está hecho una mierda -dijo Sitka-.

-Lleva mucho tiempo sin usarse, -le respondí- no todos los días traigo a supuestos ningyou para que se haga las pruebas. Además, ¿has visto esto? Como para limpiarlo a diario.

-Además los de agua son unos avaros y nos cuesta un ojo de la cara -continuó Joesu-.

Les indiqué dónde estaban las cosas de limpieza, empezarían mañana a hacerlo. Subimos y les dije dónde podrían dormir. Después de todo, no soy un ogro, ellos parecían verse cansados y hacer todo el trabajo que les queda sin dormir, sería un suicidio.
Tras tres días, el campo de pruebas estaba tal y cómo debería estar. La verdad, es que es un récord. Contaré con ellos cuando necesite un escuadrón de limpieza.

-Se acabó -dijo Vee aliviada-.

-Por fin -añadió Yukari tirándose al suelo-.

-Aún no me creo que no hayas hecho ninguna liada tuya -le dijo Nora riéndose sentada al 
lado de ella-.

-¡Oye! Mi problema era y es la cocina, no este -dijo Yukari molesta-.

-Habrá que celebrarlo, ¿no? -dijo Yui sonriendo mientras se estiraba-.

-Sí, yo quiero celebrarlo con mi cama -dijeron Nora y Yukari al mismo tiempo-.

Habían sido unos días un tanto duros para ellos, pero esto era solo la calma antes de la tormenta. Ésta empezará cuando Joesu y yo decidamos explicarles las pruebas a las que se van a enfrentar.

-Dejémosles un rato más, ¿no? -me dijo Joesu mientras se acercaba hacia mi, había sido tan 
silencioso que casi ni me percaté de que estaba aquí-.

-Claro, necesitan descansar -le miré-. Mañana empiezan las que serán unas de las horas más duras de sus vidas.

-Suena bastante peor cuando te refieres así a las pruebas -rió-.

-¿Es que acaso no te costaron a ti?

-A ver, sí, pero como me hacía mucha ilusión... Aguanté todo lo que conllevaban.

-También le pregunto a uno de los que más insistió para hacerlas -rió-. Me molestaste 
muchísimo en esa época.

-Uno era joven... En fin, vayamos a por ellos.

Fuimos a buscarlos y los llevamos a sus habitaciones. Mi mansión aunque esté algo mal por los años y los impagos tiene bastantes habitaciones, las suficientes para que todos pudieran tener una propia. Cuando terminé me dirigí a mi habitación dónde me esperaba algo de diversión para adultos.

*Narrador omnisciente*
La noche ya había pasado, nuestros protagonistas habían caído rendidos. Fueron saliendo de las habitaciones y bajando al sótano. Mientras comentaban nerviosos, una vez hubieron llegado todos, Joesu con una caja un tanto sospechosa, se les colocó delante.

-Aquí tenéis -fue repartiendo a los impacientes terrícolas unas botellitas con un líquido en su interior. Fueron con caras de asqueados mirando a contraluz ese brebaje que visualmente parecía de lo más repugnante-. Tomaoslo, es el sustitutivo de la comida de hoy. No debéis tomar ningún alimento sólido.

-¿Y eso? -saltó Yui-.

-Así será más fácil de limpiar si devolvéis.

-Ah, suena muy relajante -añadió Yukari-.

-Id tomandóos la bebida mientras empiezo a explicar. Un consejo, tapáos la nariz y no dudéis -a mala gana, todos la tomaron poniendo cara de haber bebido lo más amargo del universo-. Lo primero, os vamos a dividir en grupos. Por simple comodidad y para que podáis terminar antes. Nora, Vee y Dana, sois el primer grupo, yo os acompañaré.

-Los demás, Sitka, Yui y Yukari, vendrán conmigo -dijo Tomi-. Las pruebas son algo duras, pero de otra manera no serían tan divertidas. La primera prueba a las que os váis a enfrentar los del segundo grupo, es la de fuego.

-Lo explicaré en un momento, os meteremos en una habitación con una sola puerta. La temperatura ahí dentro empezará a aumentar hasta el punto de que una persona no podría respirar. Parará la prueba en el momento en el que no podáis más.

-En fin, no perdamos más el tiempo. Que comience el juego -concluyó Joesu-.

-Pero, exactamente ¿para qué hacemos esto? -preguntó Vee-.

-Son llamados activadores. Se manifiestan como un recuerdo pasado o futuro que va ligado a uno de los seis elementos. Estas situaciones a las que os sometemos los resienten de tal manera que salen a la luz.

Los integrantes del segundo grupo se dirigieron a las minisalas mientras los demás guiados por Joesu se alejaban a otra prueba distinta. En el exterior de esas salas se encontraba un símbolo de una llama. Entraron mirándose unos a otros como si fuera la última vez que intercambiarían miradas mientras Tomi se dirigía a la sala de control. Desde allí se acercó al micrófono y presionando un botón comenzó a hablar.

*Narra Sitka*
Estaba muy nervioso, no me gusta la idea de que me asen como un pollo. La luz dentro de la sala era cegadora, se reflejaba en las paredes y el suelo metálico.

-Colocaos en el centro de la habitación -se escuchaba a Tomi en el altavoz-. Mirad a vuestra derecha -carraspeó-. La otra derecha, chicas -reí ante esto-. Hay un botón que sobresale en la pared.

-No hay ningún botón -dije mirando bien-.

-Perdón, perdón -se escuchó un click y un pequeño recuadro de la pared se movió dejando que un pequeño saliente se mostrara. Éste tenía un botón en el centro.- Vale, ya está todo listo entonces. Que comience la prueba.

Todo fue sencillo... Sí, los primeros segundos. Aunque con la temperatura cada vez costaba más concentrarse y respirar. Las paredes se habían vuelto rojas y el suelo empezaba a calentarse, tanto que creí que mis botas empezarían a derretirse de un momento a otro.
Los segundos se hacían eternos, me quité la camiseta a ver si aguantaba algo más pero no podía, ni eso aliviaba. Noté algo raro, una sensación extraña pero ya todo se nublaba.
Mareado ya, pulsé el botón y la temperatura no bajaba ni la puerta se abría.

-¿Eh? ¿Qué pasa? -la sensación claustrofóbica hacía que me sintiera peor-.

-Hay un fallo con la puerta, aguanta un poco más. -dijo Tomi por el altavoz- Intentaré arreglarlo lo más rápido posible.

-Venga, Sitka, mantén la calma -me dije intentando tranquilizarme-.

Respiraba lo más lento posible, me puse de cuclillas, mi plan era sentarme pero si lo hacia me quemaría el culo.

Sitka! Vuelve a pulsar el botón, creo que lo he solucionado.

Volví a darle desconfiado y esta vez escuché el clack tan esperado. Seguido de éste le siguió el sonido de un mecanismo activarse. Hasta ese momento no había visto la serie de engranajes que había detrás de la puerta. Cuando ésta estuvo abierta, salí como pude de allí.

-Joder, no aguantaba un minuto más -dije mosqueado-.

-Pues has aguantado bastante, -dijo Yui- creíamos que incluso lo habrías conseguido.

-¿Cuánto habéis aguantado? -pregunté mientras me ponía de nuevo la camiseta-

-Apenas dos minutos, Yukari creo que no ha llegado al segundo minuto y ya se ha salido, está hecha una floja.

-No soy ninguna floja, es que sentía que me moría ahí dentro, sabéis que soy calurosa -rechistó sentada pegada a la pared de uno de los hornos-.

-Estoy intentando entender por qué tengo que hacer las pruebas si, ya sé que soy de tierra.

-Es que así es más divertido, -dijo Tomi saliendo de la que era la sala de mandos- además a veces es necesario resentir un poco más el activador con otros elementos.

-¿Qué es lo que ha pasado ahí dentro? -dijo Joesu preocupado-

-Un problema con la puerta en la mini sala dos, pero ya está solucionado y Sitka de una pieza -respondió Tomi-. ¿Ha habido suerte?

-No, ninguna dió positivo en luz pero, reconozco que ha sido divertido verlas.

-Sí, eso será para ti, -protestó Vee- porque las heridas que me he hecho ahí dentro no son pocas.

-Os dije que fuerais lento y no es algo que suela decir normalmente -miró a Dan y este le ignoró-. En fin, ¿Sitka estás bien?

-Sí, ya estoy mucho mejor. Aquí fuera hace hasta frío en comparación.

-Entiendo -rió-

-Tomi, ¿a qué se puede deber que se haya estropeado la puerta?

-Estos trastos ya no son lo que eran y es normal que fallen, aunque creo que ya está solucionado.

-Pues menos mal que lo has hecho a tiempo, si no tendríamos un cadáver a nuestras espaldas.

-Pues si -se creó cierta tensión- ¿Les dejamos cinco minutos? Voy a comprobar la siguiente prueba, que espero que no falle.

-Mejor. Bien, caballero y señoritas, os dejamos. Hasta luego, Dana -le guiñó un ojo y Dan levantó el dedo central de su mano-.

-¿Cómo os ha ido? -preguntó Yui-

-Mal, ninguno somos de luz -dijo Nora-.

-Encima, era imposible salir de allí.

-Pero, ¿cómo era la prueba? ¿De qué trataba?

-Teníamos que encontrar objetos en un laberinto y luego salir sin indicaciones ni nada -siguió Vee-. Parece fácil pero, no había ni la más mínima luz. Tenías que ir palpando las paredes y había incluso obstáculos.

-Una putada, en otras palabras -dijo Yukari-.

-Exacto -dijeron Nora y Vee-.

-Por lo que parece a vosotros tampoco os ha ido bien -dijo Dan-.

Abrí la boca para hablar pero Joesu y Tomi vinieron por nosotros. Nos miramos y nos deseamos suerte. Ahora entendíamos qué era esto de las pruebas, ojalá no hubiésemos sido tan curiosos en la mansión...

*Narra Elladan*
Esta conversación... Debería haberlo evitado hace mucho tiempo.

-Aún no creo que vayas a hacerlo -le miré decepcionada-.

-Debo hacerlo, es por el bien de todos.

-Pero la profecía podría cambiar, no veo claro tu futuro. Tal vez si yo...


-¡Calla! Debí hablar con las otras antes de contigo. Sé lo que le viene bien a Aluion y esos ningyo no son más que una plaga para él.
Continuará...

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