*Narra
Sitka*
La
escena desde nuestro punto de vista era divertida, pero Dan se tiene
que estar cagando en todos nuestros
muertos.
-Y
bueno, Dana... ¿Podrías dejar de usar tus notables poderes de luz? Me
estás deslumbrando con tu indudable belleza -dijo el chico, le
estaba tirando la caña a “Dana” muy bestialmente-.
-¿Pero
qué dices? -decía Dan, parecía ya bastante mosqueado-.
-Sabes,
yo soy de tierra -continuaba diciendo-. Nos caracterizamos por ser
fuertes y muy buenos -se acercó mucho más a él- en la cama.
Lo
empujó lo más lejos que pudo mientras decía todos los insultos
habidos y por haber. Al mismo tiempo, nosotros aguantábamos las
ganas de soltar una carcajada mirándonos unos a otros de reojo.
-Uff...
No sabes lo que me gusta que me traten con desprecio -seguía en sus
trece-.
-Joesu,
al menos preséntate -dijo Yui-.
-Sí,
¿dónde quedaron mis modales? -cogió la mano de Dan y la besó- Soy
Joesu Papollas, es un placer conocerla.
-¿Y
ahora la tratas de usted? Vaya tela -dijo la voz nasal de ¿¡una
nube!?-.
-La
nube a... acaba de … -dije sorprendido a más no poder-.
-Sep
-dijo
Yukari con la misma cara que yo-.
-Os
presento, es Dniester -dijo Yui señalando a la nube-. Yo puse la
misma cara que vosotros hace un rato.
-Encantado
-dijo con tono alegre-.
-Igualmente
-dijimos al unísono con tono aún de duda-.
-Es
verdad, todavía no saben nada de este lugar -siguió diciendo
Dniester-.
-Sabemos
que hay cucarachas gigantes, y nubes que hablan -dijo Vee-.
-Y
pervertidos -dijeron Dan y Yui al mismo tiempo, provocando no poder
aguantar más las ganas de reír-.
-Dejémonos
de palabrería por ahora -dijo Joesu, cambiando de un segundo para
otro-. Si queréis que responda a alguna de vuestras preguntas, este
no es el mejor sitio.
-Vale,
¿y dónde vamos? -pregunté-
-A
cualquier sitio menos a casa de ese pervertido, por favor -miré a
Yui ¿qué le ha pasado mientras no estábamos con ella?-.
-Vale,
descartamos la casa de Tomi -miró pensativo a su alrededor-. Mejor
vayamos al
bosque.
-¿¡Al
bosque!? Pero si acabamos de salir de allí -se quejaba Dan-.
-Lo
siento, cariño mío, tengo que asegurarme que no nos escuchan -nada
más dijo eso Dan le arreó un puñetazo en el estómago dejando a
Joesu en el suelo-.
-¿Pero
quién te has creído que eres payaso? Tú no vuelves a dirigir a mi
de esa manera o el siguiente golpe será en las pelotas, tú verás
-Dan tenía la vena del cuello completamente hinchada mientras le
gritaba-.
Cuando
por fin se recompuso Joesu, se levantó y comenzó a caminar hacia el
bosque. Yui, mientras caminábamos nos contaba qué le había pasado
cuando nos separamos, ahora me pregunto si la cucarachas gigante
seguirá deambulando por ahí. La que nos persiguió, desapareció de repente, cuando nos
dimos cuenta, no estaba. La
luz empezó a volverse naranja, estaba atardeciendo cuando por fin
nos metimos en el lugar de que antes solo queríamos salir. El
ambiente había cambiado, parecía todo distinto, no daba tanto mal
rollo.
Al
llegar al claro más cercano, acercamos unos troncos que usaríamos
como bancos y encendimos una hoguera. La luz ya se había extinguido
y Joesu empezó a hablar:
-Os
veo con ganas de lanzar preguntas, adelante. Responderé todo lo que
pueda.
-Lo
primero, es lo primero, ¿qué nos tenías que contar? -dijo Vee con
una tableta de chocolate en las manos-.
-Buena
pregunta, pero antes de responder necesito que me digáis algo, no
sois de aquí, ¿verdad?.
Nos
miramos los unos a los otros, en cierta parte indecisos si contarlo o
no. Acabamos de conocer a este chico y podría no ser la buena
persona que parece ser. Tras ese intercambio de miradas, asentimos
casi al unísono.
-Bien,
entonces... ¿De dónde venís?
-De
la Tierra -respondí-.
-¿De
la Tierra? Interesante... -se quedó un momento pensando-. Claro, eso
lo explica todo.
-¿Explica
el qué exactamente? A nosotros no nos dice nada -dijo Vee-.
-Vale,
esto va a ser algo largo de contar. Primero voy a daros un discurso y
luego,
hablaremos de la tarea que os toca hacer.
-¿Tareas?
¿A qué te refieres con eso? -saltó Yui-.
-En
fin, os explico antes de que me matéis. Este mundo, Aluion es un
planeta colonizado por los spatii.
-¿Spatii?
-preguntó Nora-.
-La
de chistes que se pueden hacer con eso -dijo Dan-.
-Bueno.
Se dice que los spatii vienen de la Tierra, como vosotros.
-¿En
serio? -dijo Yukari que se estaba mordiendo una uña-.
-Sí,
a medida que han pasado los años, nuestra especie ha ido
evolucionando hasta llegar a
un punto especial. No todos han
evolucionado, la gran mayoría siguen siendo spatii. Pero hay una
minoría a la que llamamos ningyou -vio que abríamos la boca, pero
puso su dedo delante de su boca y siguió-. Los ningyou somos
especiales. Cada ningyou puede estar relacionado con uno de seis
elementos posibles. Éstos están marcados por un momento en nuestra
vida, haya o no haya pasado todavía.
-Joder,
cuánta información junta. Y ¿podemos saber qué tenemos que ver
con esto?
-Sospecho
que sois ningyou, es más Yui es una -la mirada de todos se clavó en
ella, que rió nerviosa- y la persona que quemó al pobre Trilo
también.
-Dime
que esto no es una broma de mal gusto tramada por Manu -dijo Vee, que
al Joesu nombrar “quemar a Trilo” había tragado saliva-.
-Es
completamente cierto, ¿para qué os mentiría? Ya habéis visto con
vuestros propios ojos que esto no es la Tierra. Habéis visto a una
nube que habla, ¿eso es algo de vuestro mundo?
-Pues
no pero, tienes que entendernos. Es mucha información y ahora saltas
que pertenecemos a una minoría de este mundo... -añadió Nora-.
-Bueno,
pasando al segundo punto -se adelantó Yui- ¿Cuál es esa tarea?
-Es
la llamada “Prueba de los Elementos”.
*Narra
Svetlana *
Tras
ese extraño encuentro, mi cuervo no dejaba de estar inquieto.
Prendió el vuelo dirigiéndose hacia el este. Decidí seguirlo,
pasaron casi dos días hasta que llegué al castillo Griath. Su
atmósfera fría, un lugar casi abandonado, hacía que se me erizase
la nuca. Aún seguía pensando en esos chicos. Los vi reencontrarse con
la chica del colgante, no son de aquí, no los he visto en la vida.
Son ellos, estoy segura.
Caminaba
por los largos pasillos cuando deslumbré la figura de alguien
conocido. Era Xross, parecía mosqueado.
-¿Lo
ha vuelto a hacer?
-Sí,
no sabes lo que lo odio -respondió asqueado-.
-No
podemos evitar que se comporte así.
-Ya
pero... Tsk -protestó-. Bueno, sobre el portal. No conseguí
encontrarlos.
-Si
fueran de otro mundo, no estaría tan preocupada.
-¿Cómo
de otro mundo? No me digas que...
-Sí,
son ningyou, estoy segura.
-Pero
Svetlana...
-Nada
de peros, lo dicen las profecías de este año.
-¿Las
profecías de este año? Ese libro no deberías cotillearlo
demasiado, puede corromperte.
-Aún
si me corrompe. Xross, la profecía se va a cumplir y...
-No
dejaremos que pase, no ahora.
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